El saber popular asegura que el viejo zorro sabe más por viejo que por zorro. El comentario no le va a gustar a Mauricio Macri, quien se siente -y en parte lo es- un joven eterno.
Pero lo cierto es que el ex presidente demoró su confirmación a la firma del Pacto de Mayo en Tucumán a la espera de ser invitado como pretendía. Sino, ya había desistido de estar presente en la ceremonia de alto contenido simbólico que prepara el Gobierno.
Un amigo del actual presidente del PRO analizó para El Cronista que «Milei cree que todos quieren aparecer en una foto con él. No sabe que cada vez son menos los que dicen haberlo votado. Se escuchan por todos lados personas que aseguran haber votado en blanco, como para sacarse la responsabilidad de que el libertario haya llegado a la Presidencia».
Esperó y esperó, se fue enterando que Cristina Fernández de Kirchner no estaría. Que las encuestas empiezan a dar síntomas claros de cansancio de la población. Que el Presidente no puede alejar los fantasmas del aislamiento internacional. Que el PRO impuso sin ninguna dificultad al titular de la Asamblea que él había elegido, Martín Yeza.
Macri se mostró ocupado en Europa, desentendido de la agenda nacional, y así podría haber seguido, hasta que el jefe de Gabinete Guillermo Francos lo llamó, en nombre de Milei, para hacerle la invitación especial y ofrecerle un buen lugar en la foto de la firma del Acta.
Lo que más le gustó, dicen, es que haya sido el propio Gobierno el encargado de hacer trascender la información a través de un periodista amigo.
Solo ahí se encargó él mismo de ratificar que estaría en Buenos Aires en tiempo y forma como para viajar a Tucumán, acompañado por los gobernadores de su partido, Jorge Macri (CABA), Ignacio Torres (Chubut) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos).
El Cronista