Renovó los programas de consumo masivo con aumentos mensuales, impuso adendas en bienes durables y semindurables para evitar subas y sumó los acuerdos como requisito para vender con Ahora 12.
El Gobierno cerró el esquema de acuerdos de precios con el que espera mantener la inflación en torno al 7% mensual hasta después de las PASO. Además de los congelamientos en sectores de bienes durables y semidurables que adelantó El Cronista, la Secretaría de Comercio firmó con las grandes empresas de consumo masivo la extensión de Precios Justos hasta fines de agosto en las condiciones actuales del programa, que vencía este viernes, con aumentos mensuales estipulados de antemano en todo el surtido que ofrecen las cadenas de supermercados y en una canasta de productos para almacenes y autoservicios.
La renovación de Precios Justos era poco más que una obviedad, pero el secretario Matías Tombolini se aseguró de cierta estabilidad de precios que permita llegar a las primarias sin sobresaltos, si el dólar se mantiene estable. El esquema acordado supone que, hasta las PASO del 13 de agosto, solo queda un aumento: el previsto para el 15 de julio. El próximo incremento caerá después de las elecciones.
Las empresas de consumo masivo acordaron aumentos del 5% mensual para todos los productos que entregan en supermercados y del 3,8% mensual para aquellos ítems que, hasta hace unos meses, permanecían congelados y se ubican en góndola con la etiqueta del programa. La pauta del 3,8% también rige para la canasta de 150 productos que comenzó a llegar, en las últimas semanas y de a cuentagotas, a los almacenes y autoservicios.
El acuerdo de precios fue variando desde su lanzamiento, en noviembre, con una pauta de aumento del 4% mensual y un surtido de productos a valor fijo por tres meses. En enero, el ministro de Economía, Sergio Massa, Tombolini, el supermercadismo y las firmas de consumo masivo pactaron una revisión, con una pauta de aumentos del 3,2% mensual y rotación periódica en los productos con precio fijo.
Los cambios en Precios Justos
La corrida cambiaria de fines de abril y la aceleración de la inflación hicieron que Comercio convalidara cambios en el programa, por lo que, en mayo, los precios acordados comenzaron a moverse al 5% mensual, pero con dos tandas de aumento: un 3,2% a comienzos de mes y un 1,8% restante a partir del día 20. En el medio, el Gobierno permitió aumentos superiores, de hasta 9% en lácteos y otros productos en los que las empresas mostraron que los costos habían quedado muy desfasados. Todo, según fuentes de Comercio, para priorizar el abastecimiento y la supervivencia del programa.
Desde junio, el programa mutó a un único aumento mensual del 5%, a mediados de mes. Según fuentes del sector privado, el único incremento fue un pedido de las empresas para simplificar la burocracia, y el Gobierno impuso que la actualización sea en torno al día 15.
Este corrimiento hacia mediados de mes del aumento masivo ayudó a moderar la inflación del mes. Según la consultora C&T, junio cerraría en 6,7% mensual y el rubro Alimentos y Bebidas, en 5,2%, en parte por el freno en el ritmo de aumentos en los productos frescos -carnes, frutas y verduras- y, en buena medida, porque recién «en la tercera semana del mes los alimentos y bebidas treparon fuertemente».
Importaciones y Ahora 12
Los acuerdos de precios tienen, como contrapartida, un acceso preferencial al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) para importar insumos. Pero las empresas sostienen que tienen dificultades para las aprobaciones de SIRAs y el acceso a las divisas de forma recurrente. En una gran alimenticia refirieron que pudieron destrabar un flujo de importaciones importante para la actividad diaria después de varias gestiones, pero con un acceso a dólares a 365 días, en vez de los 80 o 90 días de plazo pautados en la firma de Precios Justos. De todos modos, las grandes empresas no saldrán del programa.
La versión consumo masivo de Precios Justos difiere de los acuerdos de precios que Comercio cerró en los últimos días con empresas de electrónica, electrodomésticos de línea blanca, indumentaria y motos. Según las empresas, se trató, más bien, de una convocatoria compulsiva. El Gobierno les impuso un congelamiento total de precios hasta después de las PASO, mediante la firma de adendas a los acuerdos vigentes.
Las empresas que quieran acceder a permisos para importar -que, en muchos casos, pagan con yuanes-, tendrán que mantener los precios de mayo hasta después de las primarias. En Comercio aducen que el pago de importaciones con moneda china destrabó la operatoria y que las empresas accedieron a insumos para mantener la producción a los precios actuales. Según fuentes oficiales, el pedido es un congelamiento total y no solo de una cartera acotada de productos.
Pero, además, los retailers de línea blanca, indumentaria y calzado, electrónica, muebles, bicicletas, motos, turismo, construcción y otros rubros que quieran vender con Ahora 12 deberán respetar los Precios Justos, según la resolución 1041 que publicó Comercio en el Boletín Oficial este viernes.
La contención de precios vía acuerdos más o menos compulsivos es uno de los contados instrumentos que tiene el Gobierno para atizar la previa electoral. En despachos oficiales suman los créditos subsidiados a pymes y monotributristas, con una tasa en torno al 50% anual, y algún alivio fiscal como el que prepara la AFIP para actualizar el piso salarial a partir del cual se paga impuesto a las Ganancias. El acuerdo con el Fondo y, sobre todo, la estrechez de financiamiento, condiciona el panorama.
Una lectura que hace un funcionario del Palacio de Hacienda es que, antes que la dura negociación con el FMI, es la falta de recursos la que condiciona la política pública. Por un lado, porque la posibilidad de recurrir a la emisión monetaria está restringida por la propia negociación y porque Economía cree que tiene impacto inflacionario. Pero, otro, porque el financiamiento en el mercado doméstico, aunque creciente, permite renovar los vencimientos de deuda y cubrir una parte del déficit actual. Difícil pedirle al mercado más dinero para financiar gastos.
El Cronista