viernes, mayo 17, 2024
Inicio Economía ¿CÓMO ESTÁ LA IMAGEN DE JAVIER MILEI?

¿CÓMO ESTÁ LA IMAGEN DE JAVIER MILEI?

A pesar del desdén público que le dedicó el presidente en su curioso discurso del miércoles último en la Fundación Libertad, el tratamiento de la Ley Bases tiene elementos significativos que exceden las controversias sobre facultades delegadas -que llevaron a interrumpir su discusión a comienzos de año- y, al cierre de esta edición, prometía ser el pasaje más complejo para la aprobación del texto en particular.

Con la economía en una violenta recesión -cuya profundidad se aprecia con claridad en los números de la recaudación de los impuestos ligados a la actividad económica, tanto al consumo interno (IVA) como al empleo (aportes de seguridad social)-, las esperanzas de una rápida recuperación aparecen desapalancadas de los indicadores de consumo. En el Gobierno la buscan a partir de la oferta, por la vía de la inversión, basándose en lo que entienden como una sensible mejora del entorno regulatorio, que requerirá, para materializarse, de normativas que la administración no puede resolver a tiro de decreto. En este sentido, aparecen claves tanto la reforma laboral como el régimen de grandes inversiones.

La extensión del capítulo laboral -denunciada como “light” por algunos que encontraron en Rodrigo de Loredo y su facción radical al paladín de los duros- fue negociada por el bloque que conduce Miguel Ángel Pichetto y tomó como base el proyecto que había presentado el radicalismo en el Senado. La iniciativa había sido en un principio dejada de lado por De Loredo y compañía, que luego decidieron conjurarse junto al sector privado para presentar una reforma más ambiciosa que avanzaba sobre los derechos colectivos en cabeza de los sindicatos como sujetos de negociación: penas de prisión por bloqueos e incluía cuestiones como su financiamiento y las negociaciones salariales por empresa. En estos términos, la reforma estuvo cerca del naufragio, algo que no llegó a ocurrir por la intervención de Santiago Caputo, del lado del Gobierno, el propio Pichetto y los negociadores sindicales, que volvieron a encauzarla para su tratamiento.

La versión reducida de la ley encarna cuestiones reclamadas habitualmente por quienes conocen las catilinarias empresarias sobre el fuero laboral, particularmente para pequeñas y medianas empresas: el texto reduce las multas aplicables al trabajo no registrado y ofrece la extensión del período de prueba -que podrá tener un máximo de un año-, entre otras cosas. La ilusión oficial es que con la baja de costos y el crecimiento de la certidumbre se generará más empleo -aunque vaya a ser más precario e inseguro. La otra gran iniciativa laboral -el fondo de cese que reemplace a las indemnizaciones- fue dejada, con buen criterio, al ámbito de la negociación colectiva entre sindicatos y empresas. Aún si se aprobara, sin embargo, la prédica del Gobierno de derechos por empleo difícilmente pueda verificarse exitosa en la práctica en una economía inmersa en una recesión profunda. Como con cualquier inversión, las decisiones de contratación de las empresas están ligadas a la demanda. Con el mercado interno deprimido, difícilmente haya una recuperación significativa del nivel general de empleo, sin importar los costos o condiciones laborales que se ofrezcan.

El Régimen de Grandes Inversiones, en cambio, sí ofrece mayores expectativas para la visión optimista del Gobierno. De aprobarse, otorgaría un régimen de promoción fiscal y cambiario bastante generoso a quienes realicen en el país inversiones mayores a 200 millones de dólares durante los próximos tres años; beneficiará, en la práctica, a un puñado de sectores donde hoy existen decisiones de desembolsos cuya viabilidad sería evidente sin los condicionamientos de la macroeconomía argentina. A diferencia de los noventa, no hay grandes compañías de servicios públicos para desarrollar, o sectores de la industria pasibles de ganancias de productividad a partir del Mercosur, por lo que la lista de probables grandes inversiones -con alguna excepción- se ciñe al área de hidrocarburos, minería y agropecuaria.

Por su propia dinámica, estos sectores aparecen desligados de los vaivenes del mercado interno, ya que su demanda proviene del exterior, de los mercados de exportación afectados por las necesidades de energía y alimentación -cuya profundidad evidenció la guerra en Ucrania-, así como la transición energética. En este contexto, la recesión argentina difícilmente condicione su crecimiento como sí lo hicieron, durante los últimos años, las restricciones cambiarias, impositivas y de exportación que regularon la actividad. No sólo Milei advirtió el potencial de crecimiento de estos sectores. La alusión directa de Cristina Fernández de Kirchner en su discurso del sábado al extractivismo y el colonialismo son, a su modo, una admisión de que allí podría estar el onus de la recuperación inversora que impulse al capitalismo desembozado mileísta.

El discurso de CFK aportó escasas novedades más allá de su inferido respaldo a La Cámpora -por el lugar y la interlocutora elegida- en medio de la interna con Axel Kicillof que, cerca de Cristina, creen que debería apaciguarse luego de su aparición, pero tuvo otro acierto de observación en forma de ocurrencia. “Después de este presidente, soy la condesa de Chikoff”, dijo. El punto era evidente, pero no había sido, hasta el fenómeno Milei, visible: los modales republicanos preocupan solo cuando quién está en el gobierno defiende ideas e intereses opuestos a los del sector privado. La defensa del déficit fiscal, en un contexto en que la macroeconomía argentina no puede, en modo alguno, financiarlo, y la reivindicación de la política energética fueron los puntos bajos de una reaparición que confirmó el lugar de Milei como foco de una polarización que hasta las últimas elecciones el kirchnerismo generaba en soledad. Y, también, el lugar de referencia que, hasta nuevo aviso, ocupa Cristina dentro del peronismo.

Por si hiciera falta algún otro elemento para confirmar la relevancia de las formas, la entrevista que el hombre más rico de la Argentina, Marcos Galperin, concedió a The Economist repitió, casi como calco los tópicos habituales de Elon Musk, el empresario tecnológico más rico del mundo. Formas revulsivas e insultantes, una profunda desconfianza de cualquier regulación como si fuera a conducir al socialismo -un lugar dónde ubica a la Unión Europea- y una mirada casi ingenua del capitalismo global, en la que el dólar y el euro estarían al borde del colapso mientras las criptomonedas podrían ser reserva de valor. Como señaló Martín Schapiro en Cenital, las ideas que predica el sector empresario más dinámico del capitalismo global riman con la prédica de Milei en una consonancia difícil de igualar a nivel mundial, aunque, en todas partes, la radicalización política y la empresarial estén yendo de la mano.

Habrá que decir también que los empresarios, sueltos de boca, suelen ser más indulgentes con los Estados que garantizan y a su vez les ponen condiciones a sus beneficios. En la misma semana en que se publicó la entrevista, Galperin acompañó los anuncios de inversión de Mercado Libre en Brasil con un público agradecimiento al trabajo con el gobierno de Lula da Silva, mientras Elon Musk viajó a reunirse con el premier de China, donde se mostró a pura sonrisa con el primer ministro, Li Qiang. Desde la fundación de Tesla, hace ya más de una década, no se conocen críticas públicas ni privadas de Musk al Partido Comunista.

De vuelta en el Congreso, además de las controversias sobre el impuesto a las ganancias para los trabajadores en relación de dependencia, el paquete fiscal despierta debates que, aún pasado el filtro de Diputados, ponen en duda su paso por el Senado. En un sector del radicalismo, produce enormes resquemores la formulación del blanqueo y su solapamiento con las modificaciones del impuesto a los bienes personales.

En la formulación que envió el Ejecutivo, el blanqueo no prevé pagos para quienes declaran bienes en el país, mientras que quienes los tengan en el extranjero deberían pagar un 5%, una sola vez. La alícuota de la penalidad está por debajo de la tasa de referencia que fija la Fed, o lo que es lo mismo, equivale a apenas un año del interés que pagan los activos más seguros del mundo. Un premio por evadir. Algo que se agrava en la medida en que no hay restricciones para quienes ingresaron en blanqueos anteriores, por lo que el premio alcanzaría también a los evasores seriales, a los que -no está de más recordar- el discurso oficial considera héroes.

Incluso en los pocos casos donde hay restricciones para ingresar al blanqueo aparecen suspicacias. La prohibición de blanquear que pesaría sobre funcionarios, por la presunción de que proviene de coimas u otros ilícitos similares tendría una restricción de cinco años en la ocupación de cargo. El límite de cinco años en vez de, por ejemplo, diez, incluye a quienes tuvieron funciones durante el gobierno de Alberto Fernández, pero deja afuera a la mayoría de los funcionarios de la gestión de Mauricio Macri. Por otra parte, el límite a los funcionarios públicos, como siempre, trae una paradoja. Si los que tomaban decisiones en el sector público se enriquecieron como controlantes, es por dinero que presuntamente pagaron los controlados. Allí no hay restricciones.

Otra batiseñal ocurrió en las últimas horas cuando Elisa Carrió decidió alejarse de Hacemos Coalición Federal con el argumento de una cercanía indecorosa de Pichetto con la CGT. Además de ese aspecto, que a Carrió podría molestarle parcialmente, la jefa de la Coalición Cívica tomó la decisión por dos aspectos centrales: recuperar autonomía de cara a las elecciones del año que viene y el crecimiento de un malestar de la clase media con el Gobierno. Lilita repite, en público y en privado, que el oficialismo tendrá en poco tiempo no solamente el descontento social sino también el judicial por bolsones de corrupción que se están acumulando en el Estado.

En caso de aprobarse el texto en Diputados, su réplica en la Cámara Alta no está tan clara. Hasta anoche, en el Gobierno confiaban en que los legisladores de Claudio Vidal acompañen luego de acuerdos vinculados a las represas y a YPF con el gobernador santacruceño e, incluso, contaban como afirmativo al radical Pablo Daniel Blanco por temas vinculados a la Corte Suprema. En medio de esta hiperactividad aparece el tema Ariel Lijo. Ante la consulta de #OffTheRecord, uno de los senadores clave reflexionaba en voz alta, ¿anticipando su voto?: “Si votás en contra a Lijo y no sale, ojalá nunca caiga una causa tuya en Comodoro Py; si votás en contra y sale, tenes un ministro de la Corte para siempre en contra”. En el Gobierno confían en el zurcido silencioso de Lijo, pero reconocen la dificultad que representa Manuel García Mansilla, aunque insisten: “Los dos o ninguno”. El principal obstáculo para Lijo, hoy, parece ser el propio Mansilla.

Last but not least, en el primer informe sobre Aprobación Presidencial, titulado “Una corta luna de miel. Los primeros 100 días de gobierno en 9 países americanos”, el observatorio Pulsar de la Universidad de Buenos Aires indagó sobre esos primeros cien días en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Estados Unidos. El informe divide a los presidentes en tres categorías: insidersmavericks outsiders. Los primeros son quienes llegaron a la presidencia por medio de partidos políticos consolidados, con experiencia de gestión y una trayectoria política personal previa. Los segundos son quienes triunfaron con estructuras políticas propias que construyeron para sus candidaturas presidenciales: los rebeldes. Y los últimos son los que irrumpieron en la escena sin trayectoria política personal y armaron nuevos vehículos electorales para ganar: allí entra, naturalmente, Milei.

Mientras que los insiders son los que menos variación tuvieron en sus primeros tres meses de mandato, los mavericks y los outsiders vieron una caída considerable de los niveles de apoyo popular. Los outsiders son los que, en promedio, llegaron a los 100 días con menor aprobación presidencial: quienes no cuentan ni con una trayectoria política previa destacada ni con una sólida red política que oficie de sostén para la implementación de las decisiones adoptadas. “¿Qué nos dice la teoría sobre esta realidad?”, se pregunta Pulsar. Y responde: “Que puede ocurrir lo que está ocurriendo. La expectativa, según los libros, es que los insiders tengan profundas raíces en estructuras partidarias establecidas y una mayor experiencia gubernamental, además de contar con una base de apoyo más estable. Esto puede facilitar la implementación de políticas y la navegación por el complejo paisaje legislativo”.

Los mavericks, al haber creado sus propios espacios, tienen una mayor libertad para proponer reformas, pero se encuentran con el límite de la negociación con actores más establecidos. Sus niveles de aprobación dependen de su habilidad para cumplir las promesas más audaces. Finalmente, los outsiders suelen capitalizar mejor el descontento generalizado con el sistema, lo que los lleva a tener un inicio más enérgico, pero están sujetos a la volatilidad de la opinión pública en caso de no obtener resultados en el corto plazo.

Según un informe que corrió en despachos oficiales titulado “Distinto entre los distintos” -en base al trabajo de Pulsar y al último estudio de Aresco-, Milei no solo logró retener una enorme porción de su apoyo inicial sino que en el último tiempo logró un pequeño “rebote” en su imagen. Entre las razones que enumera el informe libertario, el primer motivo es “el rival desprestigiado”: una clase política con un enorme grado de rechazo sin signos de que esta tendencia se revierta y en ausencia de liderazgos opositores que logren dañar la imagen del presidente.

El segundo argumento radica en la baja de la inflación. Una distracción simpática: ¿y si el quiebre de Milei con la sociedad, en caso de llegar este año, ocurriera justamente luego de bajar la inflación y eso revelara que era esto? Hipótesis. El “recorte de privilegios” y “castigo a la casta” es otra de las razones que esgrimen los libertarios. La última, “el buen manejo de la temporalidad”: “En materia económica siempre se pregonó la verdad incómoda antes que la mentira confortable. Primero el esfuerzo, luego la luz al final del camino. Hay que sufrir para poder estar mejor”, resume el estudio de circulación interna.

Sin embargo, hay otros predictores que podrían mostrar que la salud de la imagen presidencial es simplemente una cuestión de tiempo. El índice de Confianza en el Gobierno que elabora la Universidad Torcuato Di Tella mostró otra caída en abril, 4.4% superior al mes anterior. Según el informe, el actual nivel de confianza es 9.9% menor que la de la administración de Macri y 25,4% que la de Fernández, ambas a esta altura de mandato. El ítem que más se deterioró para esta gestión fue Evaluación General de Gobierno (13.6%) seguido por preocupación por el interés general, eficiencia en la administración del gasto público y capacidad para resolver los problemas del país.

Para terminar te dejo tres notas de la web de Cenital que ayudan a completar el complejo escenario que el oficialismo tiene por delante. Pablo Ibáñez revisita la peor semana de Milei desde su asunción y pone el foco en Sandra Pettovello, la superministra que quedó superexpuesta tras la marcha universitaria. Esteban Rafele proyecta malas noticias en el plano económico para el presidente y confirma que el verdadero fantasma era el de la recuperación en V. Y en río revuelto Gabriel Sued destapa el proyecto Grabois 2027, por si se abre “una ventana de oportunidad”.


Iván Schargrodsky | Cenital

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

¡No te lo pierdas!

PREOCUPACIÓN POR LA FALTA DE FINANCIAMIENTO DE GASODUCTOS MIENTRAS BRASIL EXPRESA INTERÉS POR EL GAS DE VACA MUERTA

La reversión del gasoducto norte se demora y no hay avance sobre el segundo tramo del Néstor Kirchner. Las empresas no muestran...

INAUGURAN UN JARDÍN MATERNAL SUSTENTABLE EN MENDOZA

“Es una gran alegría que Mendoza avance en nuevos sistemas constructivos”. Así lo expresó el ministro de Educación, Cultura, Infancias y DGE...

ACTUAL RONDA DE MATER TIENE MÁS DE 15 PROYECTOS RENOVABLES A LA ESPERA DE SER ADJUDICADOS

Esta ronda, correspondiente al primer trimestre de 2024, podría adjudicar más de 15 proyectos, según una simulación realizada por Energía Estratégica.

ELIMINAN A CATAMARCA DEL RANKING DE ATRACTIVO PARA LA INVERSIÓN EN MINERÍA

  La provincia fue excluida del ranking de lugares atractivos para invertir en minería elaborado por el Instituto...

EL SECRETARIO DE MINERÍA HABLÓ DEL RIGI Y LA SITUACIÓN DE LAS PROVINCIAS LITÍFERAS

  Luis Lucero se reunió con la Comisión de Minería de Diputados. Al ser consultado por el Régimen...