El empresario agroindustrial Gustavo Grobocopatel desestimó hoy que la informalidad laboral «sea algo remarcable en el sector agropecuario, salvo que se tenga algún prejuicio en su contra», señaló a otros rubros como el de la construcción y apuntó contra la «incapacidad» del Estado para combatir la problemática.
Por qué importa.
El director del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (Renatre) y delegado de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), Jerónimo Pérez, aseguró en septiembre de 2022 que más del 50 % de los trabajadores rurales tienen empleo informal.
Declaración.
«La informalidad es un caso que está desparramado por toda la economía argentina, pero no veo por qué el sector agropecuario sea algo especial y remarcable, salvo que tengas algún prejuicio en su contra. No tengo datos, pero entiendo que los lugares donde hay más informalidad no es el campo, sino la construcción y otros sectores. Es un problema que tiene que ver con la falta de controles e incentivos y el Estado no ha mostrado tener capacidad para combatirlo», remarcó Grobocopatel en AM 750.
Además.
- «Hay un proceso de cambio en el trabajo que no está solo vinculado con el agro, sino también con la industria. Los procesos de robotización expulsan gente del trabajo tradicional en una fábrica, pero hay otros sectores más vinculados con lo digital que la absorben. El resultado es que no hay disminución en el empleo, inclusive hay crecimiento».
- «Hay un desequilibrio donde hay gente que sobra en determinados lugares y que falta en otros. Eso tiene que ver con la formación, la educación, la falta de incentivos. El Estado no ha sido lo suficientemente flexible y rápido para dar solución a estos temas».
Corta
