El Gobierno argentino trabajó meses sobre este tema y Cafiero armó un equipo negociador secreto. Hubo tres países de la UE que casi hacen caer el documento, pero concluyó con un festejo de los funcionarios argentinos en Bruselas y la furia ahora de los británicos con amenazas incluidas.
Por primera vez en la historia, la Unión Europea (UE) tomó nota de la posición de la América Latina y el Caribe sobre la cuestión Malvinas en un documento oficial y las llamó por su nombre (y no Falklands). Fue en la reciente Cumbre de la Unión Europea (UE) y la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) en Bruselas, Bélgica. El Destape reconstruyó cómo se gestó esta histórica declaración que abre un nuevo panorama diplomático.
El Gobierno argentino venía trabajando hace más de tres meses sobre este tema. El presidente Alberto Fernández estaba al tanto de todo. Su canciller, Santiago Cafiero, había armado un equipo negociador secreto para intentar lograr sumar la cuestión Malvinas a la cumbre birregional.
Cafiero lo puso a encabezar esta misión a Gustavo Martínez Pandiani, subsecretario de Asuntos para América Latina y el Caribe de la Cancillería Argentina. Se trata de un diplomático que lleva 30 años de carrera y que funciona como el «canciller» de Sergio Massa en las sombras. Por otro carril, también negociaba el secretario de Malvinas, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Guillermo Carmona.
Hace un mes, Pandiani estableció nexos con los 33 países de la Celac antes de esta cumbre esta semana. Logró acuerdo con todos para llevar adelante esta misión. Una tarea que no fue complicada por el apoyo que siempre le dio este ente regional a Argentina sobre Malvinas. Las negociaciones se realizaron en extremo secreto y no hubo filtraciones.
Sin embargo, hubo complicaciones en Europa. De los 27 países que integran la UE, hay tres que se oponían, según relataron fuentes del Consejo Europeo a este portal: Francia, Alemania y República Checa. Los dos primeros, llas dos principales potencias de la Unión Europea. «Hubo mucha presión de Gran Bretaña para que no saliera», relató una fuente de entre los negociadores involucrados.
Según reveló la versión europea del portal norteamericano Político, el canciller de Reino Unido, James Cleverly, le envió un texto al máximo diplomático de la UE, Josep Borrell, que afirmaba: “Espero que puedan mantener a las Islas Malvinas fuera del comunicado de la cumbre refiriéndose a que será presentado por Argentina como apoyo a su causa, porque requerirá que respondamos y aumente las tensiones en la región”. Reino Unido no es más parte de la UE desde 2020, cuando se concretó, tras años de negociaciones el Brexit. En los tres años posteriores se vivieron momentos de tensión entre los vecinos y este hecho suma uno más.
Un final a pura adrenalina
La declaración final de la UE-Celac estuvo frenada hasta último momento por una única discrepancia y que no tenía referencia a Malvinas. Nicaragua protestaba por el punto sobre la guerra en Ucrania y la invasión de Rusia. En una sala de Bruselas donde se llevó a cabo la cumbre aguardaban los negociadores argentinos y los latinoamericanos junto a los europeos. «Estábamos muy cagados de que se cayera todo. Fueron terribles esos minutos», relató un testigo de ese momento. Entró finalmente un diplomático y dijo la frase esperada: «Hay humo blanco, tenemos acuerdo». El documento era un hecho. Y la historia ya estaba, literalmente, escrita. La UE anotaba «Malvinas» por primera vez.
Alberto Fernández, según supo El Destape, tuvo que intervenir junto a su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, para destrabar la polémica final con Nicaragua y que saliera el documento. «Nos abrazamos mucho y también abrazamos a los europeos», contó a este portal uno de los negociadores argentinos tras el logro.
El hecho generó un terremoto en las relaciones entre UE y Reino Unido. Hubo cruces públicos y presiones de los británicos. El portavoz del primer ministro británico Rishi Sunak dijo que la Unión Europea tuvo una «lamentable elección de palabras». También los isleños repudiaron el hecho y el canciller británico cruzó al Gobierno argentino.
Pero la polémica no estuvo solo en el Viejo Continente. En Argentina, hubo un sector que intentó bajarle el precio a este hito histórico. Se trató de desmentir al Gobierno argentino con que «la Unión Europea solo tomó nota del tema» y hasta se fue a buscar al portavoz para los asuntos externos de la Comisión Europea, Peter Stano, para tratar de criticar al gobierno.
Sobre el ítem «la UE solo tomó nota», un diplomático argentino explicó a El Destape: «En lenguaje diplomático es importante ‘tomar nota’. Significa que existe este tema. En diplomacia firmás un documento, tomás nota y decís que existe eso. Recordemos que en 20 años Europa nunca tomó nota sobre Malvinas. Y ahora sí».
Los puntos más destacados del documento UE-Celac sobre Malvinas son el 12, 13 y 14. El 13º es contundente: «En cuanto a la cuestión de la soberanía sobre las Islas Malvinas, la Unión Europea ha tomado nota de la posición histórica de la CELAC, basada en la importancia del diálogo y el respeto del Derecho internacional en la solución pacífica de controversias». Con letra plena de lo que es el reclamo argentino ante la ONU. Fernández irá con esta espada a la cumbre de Naciones Unidas, que será en New York a finales de septiembre, para continuar con el reclamo por la soberanía de las islas.
Desde Cancillería salieron a responderle a Clarín, quien intentó desmentir al Gobierno sobre este hecho. Martínez Pandiani, en diálogo con este portal desde Madrid, expresó: «Estamos orgullosos pero estamos sorprendidos porque hay un puñado de argentinos que hacen más fuerza para subestimar un logro tan importante cuando los propios adversarios, como los británicos y sus autoridades de gobierno, expresaron su enojo, que era un desastre lo que había pasado, y que Europa los había traicionado». Y cerró el funcionario: «No pueden ser tan cipayos».
El Destape
