Más allá de la pertenencia política que tenga, quien se quede con la jefatura del bloque de Juntos en el Senado bonaerense tendrá un conjunto de desafíos que pondrán a prueba si el traje le calza a medida o, por el contrario, le queda grande. Cuáles son las discusiones que deberá encarar el nuevo titular de bancada.
Saliendo de la rosca por los tres nombres que están en juego para ocupar la presidencia del bloque de Juntos en el Senado bonaerense, pulseada que tiene las horas contadas, hay un interrogante central que se le plantea a la alianza opositora más allá de quién sea el o la elegida: ¿A quién le calza el traje de jefe de bancada en la Cámara alta que se viene?
Sin excepción, las diferentes líneas internas del PRO que batallan por imponer la jefatura de bancada en el Senado bonaerense muestran coincidencia en la complejidad que revestirá llevar adelante esa labor en los próximos dos años, que operarán como un trampolín para 2023. “Va a ser una tarea difícil”, admitió uno de los mismísimos postulantes para quedarse con el cargo en diálogo con Diputados Bonaerenses.
En primer lugar la dificultad la impone la nueva composición del Senado bonaerense donde, producto de la remontada electoral del Gobierno en diferentes secciones electorales de la provincia de Buenos Aires, el recinto quedará con paridad de bancas. Después de dos años, Juntos por el Cambio perderá la mayoría de 26 senadores y el mapa quedará con 23 escaños para la alianza opositora e igual número para el Frente de Todos, con el voto desempate de la presidenta del cuerpo Verónica Magario.
De todas maneras, la bancada de senadores de Juntos correrá con la ventaja de tener la llave para habilitar el quórum de las sesiones, prerrogativa que podría volver a poner en aprietos al gobernador Axel Kicillof, si es que no construye los consensos necesarios. Sin dudas, quien se calce el traje de presidente de bloque por la alianza opositora en el Senado bonaerense deberá mostrar mucha cintura para manejar esa paridad, eventualmente facturar la llave del quórum y, a la vez, llevar a buen puerto las discusiones con el oficialismo.
“La verdad es que no sobran especialistas en cuestiones legislativas que puedan enfrentar ese desafío”, se sinceró una de las fuentes consultadas por este medio que es parte de la pelea interna por la presidencia de la bancada del Senado bonaerense, acaso con algo de preocupación en cómo se inclinará la balanza entre las tribus del PRO la semana que entra.
Sobre ese punto, habrá que precisar qué criterio se impone a la hora de definir el nombre para la jefatura del bloque de Juntos en el Senado bonaerense: si impera una resolución vinculada a qué espacio se queda con la cucarda o si, por el contrario, la elección parte de una ponderación de las “habilidades” de los candidatos. Por ahora, como en la mayoría de las veces, si impone la primera posición.
Senado bonaerense: la relación con Kicillof
“El nuevo presidente tiene que poner en valor el lugar que vamos a tener como oposición. Porque si bien perdimos manos nos necesitan para el quórum y por eso tenemos que cobrar todo lo que no nos dio Kicillof desde 2019 hasta ahora”, graficó otro de los consultados por Diputados Bonaerenses. Esa es otra de las coincidencias que reflejan las distintas líneas internas del PRO: por lo bajo, aseguran que llegó la hora de facturar las deudas al Gobernador. Para eso, la capacidad de negociación del o la futura presidenta será clave.
La referencia, entre otras cosas, tiene que ver con la decena de cargos en los organismos de control de la provincia de Buenos Aires que, por usos y costumbres, le corresponden a la oposición parlamentaria. Se trata de una definición que Kicillof postergó desde su llegada a la Gobernación. Por estas horas se empezó a resolver quiénes ocuparán algunas de las sillas que están vacantes en el directorio del Banco Provincia. Sin embargo, el resto de los lugares por el momento no tendrían destino cierto. Ese será uno de los “cobros” que tendrá que realizar el nuevo presidente del bloque de Juntos.
Quien se pruebe el traje también tendrá que enfrentar una espinosa negociación sobre la ley que limita las reelecciones indefinidas, con las diferencias de posturas que conviven al interior de Juntos sobre el tema.
Es sabido, que la exgobernadora María Eugenia Vidal, y en consecuencia los legisladores que todavía le responden en el parlamento, se oponen a cualquier marcha atrás en las reelecciones indefinidas, también la Coalición Cívica de Elisa Carrió, y en un tono intermedio se ubican otros actores de la sociedad opositora, que bregan por la reinterpretación del período computado, como los jefes comunales radicales. No tienen la misma mirada los intendentes del PRO que se inclinan por encausar el tema con el Frente de Todos sin mayor trámite.
“Por lo menos le pelearíamos la boleta única“, afirma una fuente que sigue la rosca y considera que los alcaldes amarillos estarían “entregando” la bandera demasiado fácil. Sobre esa cornisa deberá hacer equilibrio la o el elegido para ponerse al frente de los 23 senadores de Juntos.
Senado bonaerense: el ordenamiento interno de Juntos
Pese a eso, no todos los desafíos que tiene por delante la o el futuro presidente de bloque de Juntos en el Senado bonaerense tendrán que ver con la relación con el oficialismo, sino que muchos otros pasarán por ordenar las aspiraciones de cada una de las fuerzas políticas que componen la alianza opositora e intentar contentar a gran parte del auditorio. Tamaña tarea para un jefe de bancada que estrenará cargo desde el 10 de diciembre.
Otras fuentes legislativas reclaman “equilibrar el bloque”, es decir que el reparto de comisiones y cargos en la Cámara alta sea consensuado con todos las tribus. “Hay varios senadores que con la estructura vieja gozan de algunos beneficios que deberían ser repartidos. No vamos a permitir que siga igual”, avisaron de antemano desde uno de los campamentos de Juntos, para no traicionar.
“No va a ser simple ordenar en el día después. Roberto Costa (el actual presidente de bloque de Juntos) tenía un manejo relevante, cerraba cosas importantes y tenía terminales directos. Generalmente no se valoró mucho esa situación”, afirmó otro de los actores del Senado bonaerense y agregó: “Tampoco va a ser sencillo mantener contento a (Néstor) Grindetti, (Diego) Valenzuela, (Jorge) Macri y (Julio) Garro, manejar a un (Joaquín) De la Torre y además dejar conformes al resto de los socios”.
Es que, como ocurre en la coalición oficialista (donde suena la exministra de Gobierno y exsenadora bonaerense, María Teresa García, para comandar el bloque del Frente de Todos en el Senado bonaerense, aunque con algunas resistencias de parte de los intendentes peronistas) el poder en Juntos también está loteado. El futuro jefe de bancada opositor deberá compatibilizar las aspiraciones de los distintos accionistas que tiene representación en la Cámara alta.
Senado bonaerense: qué perfil tendrá el bloque de Juntos
Por último, Juntos deberá definir, nada más ni nada menos, cuál va a ser el rol del bloque con esta composición del Senado bonaerense: si será una bancada con diálogo fluido que garantice gobernabilidad a Kicillof (como ocurrió durante los dos primeros años de la gestión) o si, por el contrario, se configurará como un espacio que “mantenga a raya” al Frente de Todos.
“Hasta ahora la orden era tironear pero siempre negociar y conceder”, reconoció uno de los actores consultadas por este medio. Como se dijo, hay sectores que plantean un endurecimiento del perfil opositor.
Con este escenario, la pregunta que se impone es quién se probará el traje en el nuevo Senado bonaerense, un espacio por demás relevante de resoluciones políticas en la provincia de Buenos Aires. Eso se sabrá en los próximos días: el jueves que viene está prevista la sesión preparatoria en la Cámara alta provincial, donde se despedirán los legisladores mandato cumplido, asumirán los electos y se formalizarán las autoridades de bloque y también las de Cámara.
Así, el 9 de diciembre será el “deadline” para la rosca criolla por las jefaturas de bloque y los elegidos rápidamente deberán subirse al ring, para estrenar guantes, en la discusión por el Presupuesto 2022, la Ley Impositiva y el endeudamiento que solicitó Kicillof.
Sin embargo, habrá que esperar un poco más para saber si ese ropaje le entra a medida o si, en cambio, le queda algo suelto de cuerpo a la o el elegido para ejercer la jefatura de bloque de Juntos en la Cámara alta provincial (naturalmente, la misma regla correrá para el Frente de Todos).
Ese es el verdadero enigma que se le presenta a la coalición opositora, más allá de la pulseada por los nombres que ocupa caracteres en los medios digitales: ¿A quién le calza el atuendo?.
En lo inmediato el tiempo dirá quiénes serán los nuevos nombres y con el paso de las semanas luego dará pistas de cómo empieza a configurarse el nuevo equilibrio de poder en la Legislatura bonaerense, donde los jefes de bancadas serán protagonistas.
Como consejo final: que ninguno/a se olvide de sacarle la etiqueta al ambo, porque en el Senado bonaerense ya se empieza a jugar el 2023.
Juan Manuel Negri, director de Diputados Bonaerenses.
