La consultora que lidera Dante Sica analiza lo que puede hacer el candidato oficialista para llegar en mejores condiciones al 19 de noviembre
En su informe quincenal, Abeceb describe los instrumentos con los que cuenta Sergio Massa para cumplir con dos objetivos centrales: «Llegar al 19 de noviembre evitando un descontrol de la inflación y de la brecha, pero sin tocar el tipo de cambio mayorista y los beneficios asociados al plan platita» y «Plantear lineamientos de un programa a más largo plazo para hacer creíble que el candidato estará en condiciones de encarar la inevitable tarea de estabilizar la economía a partir del momento en que asuma el cargo».
Para la tarea de «aguantar» hasta el 19 de noviembre, el ministro todavía cuenta con seis instrumentos según el análisis de Abeceb. Ellos serían:
- El swap con China que acaba de firmar Fernández, que libera unos US$ 6.500 millones. Es clave para dos objetivos: evitar un colapso por la falta de reservas líquidas y estar en condiciones de pagarle al FMI. El pago en término al Fondo es una señal de compromiso con la búsqueda de estabilidad en el futuro.
- Extender los «planes soja» que han llegado a una veintena de productos y se podrían flexibilizar dando una mayor cuota de liquidación por el mercado libre. Daría incentivos para la liquidación y, por ende, para contar con dólares frescos.
- Seguir con un cepo severo por la vía de racionar importaciones y recurrir a la CNV, el Banco Central, la AFIP, etcétera para limitar las transacciones en dólares y la brecha. El efecto colateral es deprimir el nivel de actividad.
- Subir las tasas de interés sensiblemente si se agrava la caída de la demanda de dinero. Descomprime la demanda de dólares al costo de incidir sobre la liquidez, el nivel de actividad y la emisión para financiar intereses mayores sobre Leliq y pases.
- Controlar precios. Si bien no es un instrumento para controlar una inflación que no tiene ancla, puede funcionar por unos días y, además, siempre es bueno mostrar preocupación por la «mesa de los argentinos» en períodos de campaña.
- Atrasar pagos del fisco. El plan platita desequilibró las cuentas fiscales, pero por un mes se pueden atrasar pagos del Estado. Es un clásico siempre a mano.
Caruso o Gallardo
Una cosa es aguantar y otra estabilizar y crecer. Una cosa son los equipos de Caruso Lombardi y otra cosa es el River de Marcelo Gallardo.
¿Massa puede prometer futuro? La visión de Abeceb es que «tiene elementos a favor para presentar un programa de gestión que hasta el presente ha brillado por su ausencia».
Liderar un gobierno que deba cumplir simultáneamente con las aspiraciones del voto pro-conservación de derechos y pro-estabilidad podría llevar a la implementación de un programa de estabilización que combine ortodoxia con heterodoxia. Si estuviera bien estructurado contaría con la ventaja política que suele mostrar el peronismo para «manejar la calle», un punto a favor considerando que toda estabilización tiene costos.
- Massa tiene más gobernabilidad que Milei para respaldar un esfuerzo de estabilización. El peronismo sigue cerca del quorum en el Senado y sigue con la mayoría en diputados. El gran interrogante es cómo quedará la relación de fuerzas con los sectores kirchneristas más reacios a un acuerdo con el FMI y al ajuste fiscal en general.
Una condición crítica para estabilizar es que mejore la situación externa para, ahí sí, «estar en condiciones de recomponer reservas».
«El fin de la sequía -que igualmente se está haciendo esperar y el trigo lo sufre- y el aporte de Vaca Muerta se van a traducir en un superávit de cuenta corriente el año entrante. Según el FMI, ese superávit se va a repetir en los próximos cuatro años y se ubicará por encima del 1% del PIB», dice Abeceb.
La situación internacional podría tanto favorecer como perjudicar. Por el lado positivo, en un mundo con guerras en Europa y Medio Oriente, Argentina se posiciona como garante de seguridad energética y alimentaria en una zona de paz. Va a haber poca voluntad para condenar a la Argentina en el board del Fondo. Por el lago negativo, tasas de interés más elevadas como parte del esfuerzo anti-inflación de la Fed podrían complicar tanto el costo de la deuda como presionar a la baja el precio de las commodities.
La buena noticia es que faltan sólo unos días para que empiece el futuro y empecemos a ver de qué color la realidad ha decidido pintarlo.
El Economista
