Lejos de ceder espacio a otras problemáticas, la economía gana cada vez más peso en la agenda electoral. Sergio Massa no puede optar: ser candidato y titular del Palacio de Hacienda lo obliga a conseguir resultados de cortísimo plazo en casi todas sus acciones. Las chances del oficialismo para octubre van ligadas a indicadores sensibles como la inflación y el dólar (calmo en estos días gracias a las ventas de los sojeros). Pero eso no es todo. El hecho de que el ganador de las PASO sea un economista también reforzó la discusión en torno a sus propuestas, en particular frente a la dolarización. Como si el arribo de Carlos Melconian al equipo de Patricia Bullrich no fuera poco (quien se fijó como primer objetivo demoler el plan que propone reemplazar el peso por el dólar), en el fin de semana se sumaron dos documentos fuertes: uno fue emitido por los empresarios nucleados en AEA, y el otro por decenas de economistas que rubricaron una declaración cuyo título habla por sí sola: «La dolarización es un espejismo».
Las posiciones de AEA no sorprenden. Ponen en contexto la necesidad de tener reglas de juego claras para las empresas, única forma de que haya inversión y empleo. En un gesto de prudencia política, sus miembros prefirieron no hablar de dolarización, pero sí reclamaron políticas fiscales y monetarias consistentes, entre una docena de recomendaciones institucionales y económicas.
El documento de los economistas, difundido ayer, es explícito y tiene un solo blanco: la dolarización. Con firmantes que van desde Miguel Angel Broda, Miguel Kiguel y Daniel Marx, pasando por economistas de FIEL y consultores como Marina Dal Poggetto y Luis Secco, hasta exministros como José Luis Machinea y Juan Llach, resume argumentos contrarios a esta propuesta, dándose el lujo de citar tanto a Keynes como a Milton Friedman, uno de los cultores de la escuela liberal de Chicago (no justamente la que profesa Milei).
El economista libertario bajó un poco el perfil público. La ventaja que le dan las redes sociales, donde sus apariciones multiplican las vistas que logran sus oponentes, le permitió darse el gusto de viajar a EE.UU. el fin de semana. Bullrich, en cambio, consiguió mostrarse fuerte en Santa Fe, junto al triunfante Maximiliano Pullaro. Juntos espera ahora que ese aval para la gobernación se traslade a la candidata presidencial, algo que no sucedió en la PASO.
Massa, por último, reconstruyó los apoyos tradicionales del peronismo. Estuvo con gobernadores y funcionarios en Tucumán, y repetirá hoy lunes con la CGT, a la que le dará un argumento para subirse a la campaña: la ley que eliminará el pago de Ganancias sobre los salarios menores a 2 millones.
El Cronista