En la fiesta que se realizó en la localidad de Moreno, luego de haber llegado de Estados Unidos, infectó a otras personas más.
La Cámara Federal de San Martín confirmó el procesamiento y embargo por $50 millones para el joven que, en marzo pasado, fue a una fiesta de 15 años en Moreno tras haber llegado de Estados Unidos, y contagió coronavirus a varios invitados, entre ellos su abuelo que falleció.
Se trata de Eric Torales, quien quedó camino a ser enviado a juicio oral acusado de propagar una enfermedad «peligrosa y contagiosa de modo culposo, agravado por el resultado de enfermedad y muerte», según el fallo del Tribunal de Apelaciones.
Los camaristas remarcaron que Torales tuvo una actitud «imprudente y negligente» cuando fue a la fiesta de 15 de su prima en el salón «Alma de Hornero», donde hubo cien invitados más el personal que trabajó en el lugar.
De esa manera, el joven violó la disposición que regía en ese momento de «aislamiento obligatorio» dispuesta por el Poder Ejecutivo a través del decreto 260/2020 que imponía un confinamiento dos semanas a todos los viajeros llegados desde el exterior.
Torales había vuelto de vacaciones desde Estados Unidos y «estaba comprendido dentro de esa prohibición», remarcó la Cámara. «Generó las circunstancias adecuadas para poner en riesgo la salud pública», concluyeron los camaristas sobre el acusado que permanece en libertad.
Dos días después de la fiesta dio positivo para coronavirus. «Ha de tenerse en cuenta que en el momento en que ocurrió el hecho imputado, las medidas y esfuerzos gubernamentales estaban centrados en mitigar la propagación e impacto sanitario del virus«, recordaron los jueces.
El riesgo «era conocido por el imputado, no sólo por la difusión pública de la situación a nivel mundial, sino porque también implicaba un protocolo distinto al momento de su arribo al país», que incluyó completar una declaración jurada en el aeropuerto de Ezeiza.
De esa manera, Juan Pablo Salas, Marcelo Fernández y Marcos Morán fueron los magistrados que confirmaron el procesamiento y el embargo de Torales, fijado para cumplir con eventuales demandas civiles que puedan presentar asistentes al evento.
No obstante, la defensa del joven argumentó que desconocía por completo ser portador del virus, que no tenía síntomas y aludió a la «posibilidad de que hubiera otros focos de contagio en el mismo evento», algo que la Cámara descartó.
Diputados Bonaerenses
